Julio C. Palencia

Solo
desesperado
con nausea
y dolor de cabeza
sin sueño
y cansado
inquieto
muy cerca del punto final
de esta historia entrecortada
en donde yo te busco
y tú te escondes
yo me arrastro
y tú sonríes
pregunto
en qué vaso roto
nos hicimos trizas
en qué trago
diluiré tus ojos
en qué segundo
dejará de latir por ti
este necio corazón mío.