Julio C. Palencia

Con palabras, como ladrillos,
levanta el poeta en la estructura del lenguaje
su ventana.
«Para que vean dentro de mí», piensa.
Se asoma alguien a esa ventana
y el poeta no está allí.
Están los sueños, las aspiraciones, el paraíso o el infierno del lector.
Abre ventanas en los otros sin querer, el poeta.