Julio C. Palencia

Este discurrir diario
desterrado obligado voluntario
lejos de una patria sin memoria
donde los muertos se mueren para siempre
nacen héroes sin vida sin épica sin gloria
y un aire enfermo inunda los libros de historia
cansado de repetir el mantra
donde se esconde un mejor futuro
un presente decente.

Este discurrir diario
de transterrado
alejado de una patria que ha olvidado su nombre
y se refiere a sí misma como algo que fue aunque no haya sido nunca
una patria con muletas
y sin abecedario épico
una patria fantasma
una mísera condena
donde somos nada y nos llamamos nadie
ante los ojos desorbitados de un niño.

Este discurrir de desterrado antiguo
donde la patria alumbra con luz vieja
y calienta con los trapos y la carne que uno mismo se trajo
como en tiempos de tinieblas de guerra de tragedia
cuando alrededor de una fogata nos sentamos
y algunos temblamos de frío y otros de miedo.