Julio C. Palencia

De piedra mi pasado
y de polvo mi futuro
de donde vengo el cielo nocturno es tibio
una luna lo recorre y no se esconde
una estrella grande nos señala al corazón
el camino que nos prometimos.

De donde vengo
compartimos lo que no tenemos
soñamos con la mesa llena
y rezamos
con la boca hambrienta.

De donde vengo se nos mueren los niños
como una pesadilla recurrente
y recordamos paisajes que alguna vez fueron verdes
una mala película
sin repentinos héroes, todos malogrados.

De donde vengo
nos abrazamos para no morir solos
confiando sin remedio en el otro
y no pasar en solitario hacia la otra vida
soñando aún
en encontrar lo que fuimos antes del desastre.