Julio C. Palencia

Para Patricia Pedroza

Ella está conmigo.

Yo canto.

Sigo las pautas de la lluvia
y de las hojas desprendidas
lenta    liviana
vocalización del arcoiris vegetal
rojo
verde  amarillo
azul   múltiple abrazo.

La tarde cae llena de cuervos
en todos los octubres fugitivos
y ella cuenta una      dos       hasta cien mil
las hojas del otoño
que aún no llega.

Canto desde su sonrisa
desde sus mares
una canción a medias un tartamudeo.

Ella ríe           me acaricia el alma.

Hemos llorado tanto juntos
que a veces olvidamos
con qué letra empiezan nuestros nombres.

Se prolonga su cabello
hasta los altos mares metálicos           vagabundos
y la levanta el viento
como un papalote
una bruja benévola y sin escoba
un árbol infinito de sombra poderosa profunda.

Me quedo sin voz.

Ella está conmigo.

Poco importa si se apaga el canto.